Constantí Serrallonga, director general de Fira de Barcelona / CG
Constantí Serrallonga
Fira de Barcelona ha inaugurado de nuevo otro congreso exitoso, el Seafood. Se trata del mayor salón mundial de productos del mar que ocupa 51.248 metros cuadrados netos de exposición en el recinto de la Fira en Gran Vía, lo que supone un 4% más que en años anteriores.
En su 30ª edición, la tercera que se celebra en Barcelona, Seafood Expo Global/Seafood Processing Global, nombre oficial del certamen, acoge hasta el 25 de abril a un total de 2.244 empresas expositoras de 87 países y 67 pabellones nacionales y regionales. Si traducimos esas cifras, se estima que la feria tendrá un impacto económico para la ciudad de más de 156 millones de euros, al ser uno de sus grandes salones junto a otros como el Mobile World Congress, Alimentaria o el ISE, entre otros.
Con estas cifras, la feria de Barcelona muestra su fortaleza a todo el mundo. Cuestión remarcable si se tiene en cuenta la crisis en la que están sumidas otras infraestructuras análogas y que demuestran que la gestión que se realiza desde hace tiempo, es un acierto.
